"BUSCAMOS UN CHILE INTEGRADO,
SIN JÓVENES NI ADOLESCENTES EN SITUACIÓN DE CALLE"
Educando con el Corazón
Educando con el Corazón
Anita Guede, más conocida como la Taty, llega a la fundación a principios del 2017, luego de ver un reportaje realizado a Pía Salas, fundadora de Abrazarte, y sorprenderse con la acogida y calidez con que la Fundación se ocupaba de los adolescentes y jóvenes en situación de calle. Para ella era un mundo desconocido porque venía de 38 años de trabajar en educación regular, siendo profesora y coordinadora académica, entre otras cosas por lo que tenía mucha práctica con los niños en una educación más formal.
Lo primero que hicieron con Jenny (sicopedagoga que llegó como alumna en práctica y que actualmente trabaja junto a Taty) fue darle cuerpo al programa piloto de nivelación de estudios que permitiera normalizar la escolaridad de los chicos y chicas , preparándolos para rendir las pruebas en el Ministerio de Educación y poder ser una opción como escuela de segunda oportunidad y devolverle el encanto con los estudios.
Al poco tiempo de trabajar con los niños se transformaron en un motor importante de acogida, protección, resguardo y cobijo para los chicos. “Ellos vienen a estudiar con nosotros, desayunan y almuerzan, hacemos las clases además de talleres, salidas pedagógicas y culturales. Empezamos a ver que pasaban bastante tiempo con nosotros generando un vínculo importante no solo educativo sino más transversal. Tratamos que ocupen su tiempo libre con esta nueva forma de captar su atención y lograr restituir las ganas de aprender”, comenta Taty.
“Empezamos motivándolos a que escribieran de nuevo, a que tuvieran pertenencia con los cuadernos, convirtiendo una oficina en una sala de clases acogedora, con un diario mural cosa de darle cuerpo desde el encantamiento para lograr avanzar. Vimos que era posible, que tenían muchas habilidades, que escribían bien, que había algunos que no tenían problemas de ortografía. Se motivaron y este año eso se afianzó porque logramos definir un grupo de Educación Básica (que completarán 7mo y 8vo) y un grupo de Educación Media (que completará 1º y 2º medio) , los cuales ya están inscritos para dar la prueba ministerial y completar estudios”, agrega.
Actualmente Taty está trabajando en dos caminos: dando clases para que los chicos nivelen estudios y diseñando la postulación para que la Escuela Holística Abrazarte pueda ser una escuela reconocida por el Ministerio de Educación. Que logre recuperar para los chicos beneficiarios de la Fundación , el derecho a educación , en un contexto de desarrollo integral, con talleres de arte , deporte y desarrollo espiritual además de poder ser evaluados y promovidos académicamente y obtener los beneficios ministeriales que ayuden a llevar a cabo este proyecto, pudiendo, además, recibir subvención, pases escolares, textos, entre otras cosas. “Es un derecho que ellos tienen absolutamente perdidos” explica Taty.
En este proceso es cuando comienzan a buscar un lugar físico para seguir avanzando. Decidieron preguntar en la Biblioteca de Santiago si les prestaban sus instalaciones para que los chicos se fuesen familiarizando con Quinta Normal. La biblioteca les abrió las puertas y les prestó las salas gratuitamente donde hacen actualmente las clases hasta que esté lista la escuela.
“Hoy día, luego de llevar trabajando más de un año con los chicos, me doy cuenta que no es tan distinto trabajar con niños de una escuela tradicional a niños de la calle. En una sala de clases de 40, tienes muchos con las mismas situaciones familiares que estos chicos, la diferencia es que ellos están en calle y los otros tienen un soporte familiar que los obliga a levantarse en la mañana, a ir a clases, a hacer las tareas. Aquí es absolutamente voluntario” comenta Taty.
“Ellos sienten que este espacio es una opción que su día cambie y sea un mejor día. Si yo puedo aportar para lograr acortar la brecha de la desigualdad lo voy a hacer encantada. Acá estoy donde las papas queman. Los vamos a buscar, los recibimos como ellos vengan y les damos un espacio para acortar esa brecha. Soy una convencida que en Abrazarte lo estamos